Por Jorge Ostos
La
Fundación Pfizer ha presentado resultados de un muestreo sobre “Jóvenes y
consumo de alcohol”. El estudio muestra no sólo lo que opinan los jóvenes sino
también lo que los padres piensan con respecto al consumo de alcohol de sus
hijos.
El
estudio demuestra que “la brecha generacional” es algo más que una metáfora,
considerando las amplias diferencias en algunas de las respuestas. Por ejemplo
con respecto al consumo habitual de alcohol: de los jóvenes entre 12 y 18 años,
el 34,3% contesta que lo hace al menos una vez al mes. Pero sus padres creen
que eso sucede solo con el 19,1% de sus hijos. La diferencia son 15,2 puntos,
un 44% de error.
En
cuanto a la edad de inicio del consumo, mientras los padres lo sitúan en los 15
años, los jóvenes confiesan que se acerca más bien a los 13 años y medio.
Otro
aspecto destacado del estudio es que los padres, en general, son permisivos con
el consumo de alcohol de los hijos. Un 53,7% de los padres y madres lo
permiten, en casa o fuera de ella, según los adolescentes. En casa, desde
luego, hay una gran influencia a la hora de tomar ejemplo. Más de un 40% de los
jóvenes comenzó a beber en casa, aprovechando celebraciones especiales como
Navidad o un cumpleaños, aunque casi todos (un 90%) está de acuerdo en que
tener amigos que toman alcohol es la principal razón para comenzar a hacerlo.
El
alcohol es la droga que genera más adictos en nuestro país y el mundo. Son más
los casos de personas que acuden a centros de desintoxicación por problemas con
el alcohol que por adicción a la cocaína o la heroína. El alcohol causa
accidentes, ocurren violaciones, homicidios y suicidios.
Laura,
una española de 24 años tocó fondo. Sus primeras borracheras fueron a los 14
años, y a los 18 ya tenía serios problemas. Dejó los estudios de Económicas al
primer año y se fue de casa para vivir con otro novio. Con la mayoría de edad
su vida era un ciclo de borracheras del que no podía salir. Primero el
cannabis, luego la cocaína y las pastillas. Decidió que necesitaba ayuda el día
que iba en coche con su nuevo novio y, en medio de una discusión, se tiró del
vehículo en marcha. Ahora hace ya seis años que no bebe, vuelve a estudiar,
sale con otro chico y no falta nunca a su sesión semanal con Alcohólicos
Anónimos.
En EE
UU, el Instituto Nacional del Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA), ha
establecido una nueva clasificación en la que considera cinco categorías de
alcohólicos, una de ellas la del joven, menor de 25 años que, a pesar de no consumir
a diario, bebe grandes cantidades los fines de semana y presenta trastornos
mentales o conductas antisociales, como pueden ser peleas o actividades de
riesgo.
Javier
Galán, terapeuta que trabaja en el Proyecto Hombre, explica que conseguir el
cambio de chip en un joven no es fácil, ya que a un joven no se le puede hablar
de consecuencias a largo o medio plazo, porque todos piensan que son
invulnerables, que todo les pasa a los otros, pero no a ellos. Para convencerlos,
hay que hacerles ver problemas más directos, como los accidentes, el dinero que
gastan, los amigos y las novias que pierden.
Galán
afirma que es muy frecuente que los padres se preocupen cuando descubren que su
hijo consume drogas ilegales, pero no con el alcohol.
Según
la última Encuesta Escolar del Plan Nacional sobre Drogas, la mitad de los
jóvenes entre 14 y 18 años bebe los fines de semana, y de éstos un 4% confiesa
que coge más de cinco borracheras al mes.
A la
frecuencia, se suma una nueva forma de beber. Un fenómeno que los expertos han
bautizado como binge drinking, la ingesta compulsiva de alcohol en un periodo
breve de tiempo. Una cuarta parte de los jóvenes entre 18 y 24 años responden a
este patrón de consumo (un 30% de chicos, un 18% de chicas). El binge drinking
se asocia con accidentes de tráfico, intoxicaciones, violencia, sexo inseguro,
problemas laborales y problemas cardiovasculares agudos.
Este
mismo grupo de investigación está llevando a cabo estudios en los que
correlacionan estos riesgos con el consumo excesivo de alcohol. Los que cometen
excesos con el alcohol tienen el doble de riesgo de tener un accidente de
coche.
¿Cuáles son las consecuencias del abuso del
alcohol? Aunque no siempre acaban generando jóvenes alcohólicos, son la semilla
para problemas futuros, ya que por ejemplo en el caso de los menores son
individuos con un proceso de desarrollo neuronal todavía no concluido. La
ingesta se concentra en muy pocas horas y no se acompaña con comida, por lo que
el alcohol produce altos niveles de intoxicación, daño neuronal, daños
cognitivos que interfieren en la memoria, el aprendizaje y la impulsividad que
son irreversibles.
Aunque
por lo general detesto hacer artículos “estadísticos” porque sinceramente se
que nadie hace mucho caso a lo que las estadísticas pueden decir, tomé la
decisión de hacer un artículo de este tipo. Por esto mismo, quizá no te
importará éste artículo, pero a nadie se le escapa una realidad evidente:
vivimos en una sociedad culturalmente muy arraigada al consumo de alcohol. Y las estadísticas no tienen ningún problema de hacerte parte de ellas.
No
utilizamos la excusa de la crisis para que empresas e industria -mercado en
general- recuperen ciertos privilegios que disponían tiempo atrás y que
perdieron gracias a la lucha de los sectores sociales y de salud. No es
necesario estimular comportamientos que puedan generar problemas. El sentido
común -control, prudencia y moderación- es incompatible con ciertas promociones
de ética dudosa y cargada de contradicciones. Claro que no todo es una cuestión
de prevención y formación.
Por
último, no estaría de más revisar nuestros comportamientos adultos y ponerlos
sobre la mesa. Si analizáramos en profundidad los datos reales de accidentes de
tráfico, demandas de tratamiento, urgencias toxicológicas, tal vez destaparían
nuestras incoherencias. Joven, pon tu cerebro a funcionar. Piensa más allá de lo que tienes en tus narices y no seas doblemente estúpido.
#NoBeboSoyUnDesadaptado
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"los jóvenes confiesan que se acerca más bien a los 13 años y medio"
ResponderEliminarDefinitivamente, es crucial la vida de cada persona de 12 a 15 años. Nuestra vida se define por aquello que nos haya marcado en esos años.
Gracias Jorge por otro artículo. ¡Espero este viernes el próximo!